Hace un par de décadas hablar de educación a distancia virtual era un tema poco común en el entorno educativo; pese a que “La educación a distancia en el país apareció en 1941 con la Radiodifusora Nacional, cuyo propósito era “trabajar por la cultura nacional en todos sus órdenes, colaborar con las universidades, colegios y escuelas en intensas labores de enseñanza, contribuir a la formación del gusto artístico con programas cuidadosamente preparados, y dar una formación absolutamente serena y desapasionada” (Stamato, 2005), su curva de desarrollo no había tenido el impacto esperado.

Con el surgimiento y gran escalada de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en Colombia, la educación a distancia supuso un incremento paralelo debido a la adherencia paulatina de herramientas como el crecimiento de internet, programas y software para creación desde documentos de texto hasta modelamiento de diseños a nivel ingenieril o modelamientos matemáticos precisos.

Según datos del Ministerio de Educación Nacional (MEN), durante los años 2001 a 2008 las TIC en Colombia crecieron más del doble que el crecimiento del PIB del país, sufriendo un crecimiento casi estacionario durante los años posteriores, desacelerando el avance que hasta el momento había tenido la educación a distancia virtual.

Los años siguientes volvieron a ser determinantes para las TIC, debido a la gran apuesta internacional por conectar a las naciones y compartir información, entre otros aspectos, convirtiéndose hoy por hoy en los recursos más valiosos a nivel económico, laboral, productivo: y por supuesto, educativo.

Y es que no es para menos que estos recursos hayan tenido un impacto y transformación significativa en casi todas las esferas de la vida; en el ámbito de la educación se resaltan características y ventajas como: la posibilidad de que más personas (no solamente niños y jóvenes) tengan la oportunidad real de recibir formación académica y de calidad, rompiendo las barreras de la distancia, las condiciones geográficas, de movilidad o cualquier otra dificultad que afecte la posibilidad de acercar a las personas a las aulas de clase; permiten una interacción en tiempo real con docentes y otros estudiantes, al tiempo que facilitan el aprendizaje autónomo e independiente, abriendo diferentes puertas frente al cuestionamiento y la búsqueda del conocimiento objetivo; su metodología involucra recursos audiovisuales e interactivos, lo que facilita la enseñaza de forma más didáctica; la flexibilidad horaria también aporta gran relevancia al reconocer que en la integralidad de una vida equilibrada intervienen varias dimensiones del ser y facilita el espacio para dedicar a estas otras dimensiones como la familia, el ocio o las direfentes relaciones sociales.

El panorama de la educación a distancia semipresencial con apoyo digita en el país presenta una proyección de incremento, pues las instituciones de educación básica y media e instituciones de educación superior se están alineando a las dinámicas de cambio y desarrollo generadas en el sector laboral e incluso en las actividades laborales independientes, las cuales están siendo fuertemente influenciadas por las TIC, considerando en éstas una herramienta que se acomoda a las necesidades del entorno globalizado actual.